El sitio Deep Sea de Neal Agarwal le lleva en una inmersión virtual desde las profundidades del océano para descubrir las más diversas especies marinas
Puede que el fondo marino no tenga tantos seguidores como el espacio cuando se trata de aventuras, pero incluso las animaciones infantiles (como el clásico Buscando a Nemo) han demostrado que las profundidades del océano pueden esconder muchos secretos y criaturas fabulosas. Eso es exactamente lo que The Deep Sea presenta de forma interactiva: un viaje al fondo del mar.
El sitio es una interesante herramienta didáctica que permite conocer las especies del fondo marino, las condiciones en las que viven y algunas curiosidades. No se necesita una máscara de oxígeno o un submarino para ir de la superficie a 10.924 metros de profundidad en las profundidades del mar, pero es bueno tener algo de tiempo libre.
A medida que bajas la barra de desplazamiento, la profundidad aumenta. Además, si se detiene un poco en la página, puede notar que la parte inferior se mueve lentamente, por lo que el viaje parece más realista.
Antes de sumergirte a 40 metros, habrás pasado por el salmón del Atlántico, el oso polar, el querido pez payaso y otras criaturas conocidas. A 275 metros, puede que tengas una cita con un tiburón blanco.
También puede obtener información interesante. Al llegar a los 332 metros, se nos informa que esta es la mayor profundidad que un buceador ha tenido jamás. Fue Ahmed Gabr quien lo hizo en 2014.
Un poco más profundo y las criaturas se vuelven menos conocidas, pero quizás más fascinantes. Un ejemplo es el Cangrejo araña japonés, quizás la mayor pesadilla de los aracnofóbicos, cuyo ancho desde la punta de una pierna a la otra puede alcanzar casi 4 metros. Se encuentra a una profundidad de 640 metros.
Al adentrarnos mucho más en las profundidades del mar, pasamos por varias especies y se vuelven más raras. A 2.000 metros, por ejemplo, encontramos el curioso telescopio de pulpo, que es transparente y parece estar hecho de vidrio. A 2200 metros encontramos el colosal calamar, que puede alcanzar los 10 metros y los 700 kilos.
Descendiendo, se pasa por criaturas que empiezan a volverse «bizarras», los restos del Titanic (a 3.800 metros), la zona abisal y la zona hadal (que ya ha sido visitada por menos humanos que la Luna). Después de pasar por especies muy raras y algunos trajes en la zona del hadal, el viaje termina a 10924 metros.